Bután inventó el indicador Felicidad Interior Bruta (FIB), un intento de concebir el bienestar desde una perspectiva integral. Los 700.000 habitantes de este país viven entre el Tíbet y el noreste de la India, en un territorio del tamaño de Suiza en gran parte a más de 2.000 m de altitud.

Se trata de una cultura marcada por el budismo, en la que el ya fallecido rey Jigme Singye Wangchuck dio lugar al indicador en la década de 1970.

“Los indicadores de la FIB comprenden tanto las dimensiones objetivas como las subjetivas de la vida”, afirma Karma Ura, presidente del Centro para los Estudios sobre Bután y la Felicidad Interior Bruta, que desarrolla sus indicadores.

Esto significa que los aspectos emocionales ocupan un lugar en este sistema, que incluye 72 variables. Por ejemplo, la percepción de la propia seguridad de la persona entra en la FIB, junto a las cifras oficiales de criminalidad. “De esta forma, las experiencias personales, combinadas con las estadísticas objetivas, ofrecen una mejor imagen del bienestar que únicamente las estadísticas”, opina Ura, y va un paso más allá: “Desde una perspectiva budista, la diferencia entre subjetividad y objetividad constituye una abstracción de la realidad”. Una diferencia que, desde su punto de vista, no existe en absoluto. Para Ura, todo está conectado con todo: solo una amplia gama de indicadores sociales, económicos, culturales y ecológicos es capaz de retratar fielmente la realidad.

El sistema de indicadores de la FIB se divide en nueve ámbitos:

Bienestar mental

“La felicidad colectiva es el principal objetivo de una sociedad FIB”, comenta Ura. Por lo tanto, se estudian los estados emocionales positivos y negativos entre la población. Estos pueden ser los celos, la frustración o el egoísmo, pero también la generosidad, la compasión y serenidad. También se hace hincapié en actividades espirituales como la oración y la meditación.

Uso del tiempo

La calidad de vida se refleja en lo que hacen las personas. El valor del ocio es particularmente importante, como, por ejemplo, las actividades religiosas, sociales o culturales. También se registra el trabajo doméstico no remunerado y el cuidado de niños o personas enfermas. “En las cuentas nacionales, la importancia de estas actividades generalmente está completamente subestimada”, apunta Ura.

Vida en comunidad

La confianza, la pertenencia y la seguridad en el hogar y en la comunidad: estas áreas se examinan aquí por medio de indicadores. Pero también el trabajo voluntario y la voluntad de hacer donaciones. ¿Cómo de fuertes o de débiles son las relaciones humanas en una comunidad? Los indicadores intentan abordar esta cuestión.

Diversidad y resistencia cultural

“La preservación de las tradiciones culturales es uno de los objetivos políticos más importantes en Bután”, escribe Ura. Estas tradiciones contribuyen a los valores y la identidad del país. Esto incluye dialectos, deportes tradicionales y la elaboración de artesanías. Pero también estudia el cambio de valores y las festividades locales. De esta forma, la atención se centra en la diversidad y la importancia de las tradiciones culturales.

Salud

En esta área, se hace hincapié en el estado de salud de la población. Igualmente, los indicadores evalúan el sistema sanitario y los diferentes factores que influyen en la salud. ¿Cuántos días al mes están sanas las personas? ¿Qué saben sobre el virus VIH? ¿A qué distancia andando se encuentra el centro de salud más cercano? El índice de masa corporal (IMC) conocido en Occidente también se mide.

Educación

Esta área no se entiende como un fin en sí mismo, sino como un camino hacia el “bienestar colectivo”, según Ura. La atención se centra en los conocimientos, los valores, la creatividad y las habilidades a los que contribuye el sistema educativo. Entre otros, hay un indicador de Dzongkha, el idioma oficial en Bután, y un indicador que mide la consecución de los objetivos educativos.

Diversidad y resistencia ecológica

La biodiversidad y la degradación son dos temas de vital importancia en el FIB. Se trata de la presión sobre los sistemas ecológicos, es decir, la huella dejada en la naturaleza por la actividad humana. También examina las respuestas para abordar los daños al medio ambiente. Por ejemplo, un indicador registra en qué medida se está llevando a cabo proyectos de forestación en Bután.

Estándares de vida

¿Cuántas personas son propietarias de una casa en Bután? ¿Qué ingresos tienen? ¿Y qué hay de la seguridad alimentaria? La respuesta a estas preguntas la proporcionan los indicadores en esta área.

Buena gobernanza

“En este ámbito, se explora cómo las personas perciben a su gobierno”, escribe Ura, “en términos de eficiencia, honestidad y calidad.” Trata de los derechos humanos, la corrupción y la confianza en los medios, el sistema judicial y la política. También se examina con qué efectividad funciona la acción gubernamental.

Estas nueve áreas pueden observarse de forma individual o resumirse en un índice total, la felicidad social bruta, reflejada en un número que los expertos en estadística pueden representar en el tiempo.

“Los datos se recogen por medio de encuestas realizadas entre los ciudadanos”, explica Tobias Pfaff, especialista en estadística y la FIB, que ocupó en ello su doctorado en la Universidad de Westfalia en Münster, Alemania, y conoció el sistema sobre el terreno en Bután.

Pfaff parte de la base de que los estándares de vida de la población continuarán creciendo durante los próximos años en Bután, “sin embargo, los progresos en este ámbito también están ocasionando un descenso en otros. Por ejemplo, el desempleo es un fenómeno que antes no se conocía en el país”. El investigador es optimista: “en el dilema del desarrollo, el gobierno intenta mantener un equilibrio con el concepto de la felicidad social bruta”, opina.

Artículo publicado originalmente en Die Farbe des Geldes, revista de Triodos Bank Alemania.