Enrique González Khün no es actor ni director de cine, pero su pasión por las buenas películas queda latente en su distribuidora, Caramel Films.

“¿Y qué hago ahora?”, se preguntó Enrique González Khün cuando la distribuidora en la que llevaba trabajando durante mucho tiempo cerraba sus puertas debido al azote de la situación económica en general y del sector cinematográfico en particular. La respuesta no dejaba lugar a dudas: “Soy como soy gracias al cine”. Así es como nació Caramel Films, que ha recibido financiación de Triodos Bank.

Esta distribuidora de cine ha estrenado ya en las salas españolas títulos como Viva la libertà o Ida, dos películas de corte independiente que han recibido halagos tanto por parte de la crítica como de los espectadores. “Se trata de largometrajes que se pueden ver en pocos cines, pero que tienen un largo recorrido en las salas gracias al boca a boca”, explica.

Si una película es única, siempre hay un público que va a apreciarla

Son estas recomendaciones que se van gestando a fuego lento las que hacen que el catálogo de Caramel Films se esté conformando como un referente del cine de corte social y con una importante carga política. “Si una película es única, da igual que sea en blanco y negro o dure cuatro horas, siempre hay un público que va a apreciarla”, afirma.

Defendiendo la cultura

Enrique González Khün lleva 15 años trabajando en el mundo del cine y toda la vida viendo películas (su padre es Enrique González Macho, actual presidente de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España). Como espectador, también apoya el buen cine de entretenimiento y “las películas para comer palomitas”, pero la apuesta de su proyecto va en otra línea: “Hay películas que nos hablan de lo que somos, de nuestra identidad, y cuentan hacia dónde vamos. Películas que hacen ver el mundo de otro modo”.

Esta es la razón fundamental que le lleva a subrayar que “hay que invertir más en el cine, hay que cuidarlo”, así como defender a capa y espada que haya una nueva regulación del IVA cultural. “La subida del IVA ha coincidido con un cambio tecnológico: hasta ahora, los cines proyectaban únicamente en 35 mm. Ahora también lo hacen en digital, con el coste que supone adquirir los nuevos proyectores”, explica. “Y esto en un contexto de bajada de espectadores muy grande, debido principalmente a una piratería salvaje”, añade.

Cine que brilla con luz propia

“En España hay un gran talento”. González Khün reconoce que, en el mercado internacional, el cine español está considerado como uno de los mejores de Europa. “Además tiene una identidad: el cine español es el cine de género”, apunta. Por eso lamenta que algunos directores “buenísimos” estén rodando fuera, “porque aquí no pueden”

“En España hay 47 millones de personas y el presupuesto del Ministerio de Cultura es de 33 millones de euros. En Francia, son 66 millones de personas y el presupuesto se acerca a los 800 millones de euros”, explica para defender que, a pesar del talento de nuestros cineastas, es necesario que se proteja la industria cultural. “Cuando eso ocurre, se pueden hacer películas maravillosas como The Artist, que ganó cinco premios Óscar, incluyendo los de Mejor Película y Mejor Dirección”.

Es precisamente esa línea de protección y apoyo al sector audiovisual la que le llevó a contar con Triodos Bank como socio financiero para obtener el respaldo que su distribuidora, Caramel Films, requería. “Me hablaron de un banco que apuesta por la cultura”, recuerda, haciendo hincapié en lo decisivo que es encontrar una entidad financiera capaz de “hablar el mismo lenguaje de la industria cinematográfica”. El resto de la historia… de película.

Texto: ISMAEL CRUCETA PÉREZ