No es tan sencillo como decir una palabra mágica y ¡listo!, aparece una película vista por 300.000 espectadores hasta el momento de escribir estas líneas y propuesta inicialmente para competir por un Óscar.

Rodar una buena historia exige un guion de calidad, un reparto adecuado, el trabajo coordinado de cientos de personas, la financiación necesaria y una productora que lidere el proyecto y engrase todas las piezas del engranaje. Arcadia Motion Pictures es una de estas empresas que hace posible que las salas de cine se llenen cada día de argumentos inolvidables. Abracadabra, la palabra mágica, es el título de su última película, y en ella hay algo de todas las anteriores.

“Podemos decir que es la experiencia la que aporta la confianza y la seguridad necesarias para sacar adelante un proyecto”, afirma Ignasi Estapé, uno de los socios de la productora, en honor a su bagaje en forma de películas de ficción y documentales. Abracadabra ha llegado en “una edad de oro del cine español, tanto a nivel de cantidad de espectadores como de las obras que se realizan”, valora, y lo ha hecho con Maribel Verdú, Antonio de la Torre, José Mota y Josep María Pou al frente del elenco. ¿Cuánta responsabilidad tienen en su buena acogida entre público y crítica? “Por supuesto, los actores pueden ayudar a que los espectadores entren en el cine el primer fin de semana, pero es la historia que explica Pablo Berger, junto al equipo artístico y técnico de la película, la que hipnotiza y emociona”. Estapé reparte el éxito.

Solidaridad en la gran pantalla

Antes que este, el catálogo de Arcadia Motion Pictures ya se nutría de conocidos títulos que exploraban las relaciones de pareja en la noche de una gran ciudad, Rumbos, buscaban los límites del cine actual volviendo a sus orígenes, Blancanieves, enseñaban valores a través de la animación y las aventuras de un grupo de perros, Ozzy, o mostraban las facetas más oscuras del ser humano, No habrá paz para los malvados, por nombrar solo algunos ejemplos. Pero también hay lugar para mejorar el mundo a través de la solidaridad, con El hombre que empezó a correr.

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Este documental de 2014 nació con un propósito elevado, procurar pozos de agua potable a 125 familias de Muketori, Etiopía. “Conseguimos el objetivo. Era la primera vez que hacíamos algo así y la respuesta del público fue extraordinaria”, recuerda con ilusión un Estapé al que no dejaron de sorprenderle los debates que se generaron en los videofórum posteriores a los pases. “Creo que el cine es uno de los mejores medios para transmitir mensajes sociales ya que permite vivir la realidad que se quiere mostrar. La gente siempre tiene ganas de ayudar, solo hay que explicar bien las cosas para ver los resultados”, añade con optimismo.

Cómo financiar el cine

Pero antes de crear un documental con el objetivo de conseguir fondos para una población etíope se presenta la cuestión de obtener financiación para sacar adelante el propio documental. Arcadia Motion Pictures se ha caracterizado desde sus inicios por trabajar para encontrar nuevas vías de financiación basadas siempre en “inversión privada, complementada con las desgravaciones fiscales existentes. Empezamos en 2008 a involucrar inversores en el cine a través de AIE (Agrupaciones de Interés Económico) cuando casi nadie hablaba de ellas en el mundo del cine”, rememora el productor.

“Sin estos incentivos y los inversores que confían en nosotros no habríamos hecho películas como Blancanieves, que luego ganó 10 goyas”, explica, para defender a continuación la necesidad de mantener las ayudas públicas “para tener un cine que refleje nuestra realidad y no solo la de Hollywood”.

Para Triodos Bank, la cultura es uno de los sectores estratégicos de financiación. En la sucursal española representa alrededor del 15% de la cartera de crédito, 700 préstamos concedidos por 144 millones de euros. Y una parte importante de esa cantidad se ha destinado a proyectos audiovisuales.

“Triodos Bank desempeña un papel fundamental en la producción cinematográfica en España. Es una de las entidades que ha financiado más producciones pequeñas y medianas incluso en los momentos más duros, cuando nadie daba un préstamo”, declara Estapé. El banco ha estado presente en varios de los proyectos de Arcadia Motion Pictures, Abracadabra el último de ellos, y a buen seguro habrá más colaboración en el futuro: “Las personas del banco que trabajan con los productores comprenden la realidad del cine español. Sentimos que con ellos hablamos el mismo lenguaje”, concluye.

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Texto: Víctor Regidor Sancho