Cómo practicar un turismo sostenible
El turismo es una de las grandes maquinarias económicas del mundo. Motor económico y cultural, sí, pero también un depredador de paisajes, una amenaza de la identidad y un conversor de espacios en inhabitables para quienes siempre vivieron allí. En España, esta industria representó en 2023 el 12,8 % del PIB, e inyectó 186.596 millones de euros en la economía, según datos del Ministerio de Industria y Turismo. La otra cara de la moneda muestra contaminación, especulación inmobiliaria y la transformación de barrios enteros en decorados para visitantes fugaces.
Ante esta situación, las prácticas de turismo sostenible cobran cada vez más relevancia. Más que una opción es casi una necesidad. La Organización Mundial del Turismo (OMT) advierte que un modelo responsable es la única vía para garantizar que los viajes de hoy no hipotequen el mundo del mañana.
Turismo responsable: la clave para practicar un turismo sostenible
Si decidimos viajar de acuerdo con las buenas prácticas del turismo sostenible, entonces podemos decir que practicamos un turismo responsable. Si el turismo sostenible hace referencia a las medidas implementadas por la industria turística, el turismo responsable depende directamente de cada persona viajera y de las decisiones y acciones que toma en su viaje.
Adoptar hábitos responsables al viajar contribuye a mejorar los lugares que visitamos. ¿Te has parado a pensar en las implicaciones que tiene elegir uno u otro destino? ¿Y has pensado las implicaciones de las actividades que vas a realizar en tu viaje? Cada decisión cuenta para que el turismo sea una herramienta de desarrollo y conservación, en lugar de una carga para el planeta.
A continuación, te damos algunas ideas
¿A dónde vamos? Elige con cabeza
Uno de los primeros pasos para viajar de manera sostenible es planificar con criterio. Es recomendable evitar destinos saturados y optar por lugares menos turísticos o viajar en temporada baja para reducir la sobreexplotación de los recursos. Por ejemplo, en temporada alta, en las ciudades costeras del Mediterráneo aumenta excesivamente el consumo de pescado y marisco, lo que promueve la pesca intensiva y daña los ecosistemas marinos.
Elegir experiencias de turismo rural o ecoturismo puede ser una excelente alternativa, ya que generan empleo en localidades menos pobladas y contribuyen a la conservación del medio ambiente. ¡Además te permiten descubrir destinos ocultos que nunca hubieras imaginado! Según el Observatorio de Turismo Rural, el 45 % de españoles mayores de 18 años hicieron turismo rural en 2024.
Es importante que recordemos respetar el entorno. ¿Has escuchado alguna vez eso de “Pack it in, pack it out”? Se resume en: "si lo llevaste contigo, llévatelo de vuelta" y es un principio clave del senderismo y el ecoturismo que promueve la filosofía Leave No Trace (No Dejar Rastro).Según esta filosofía, en los destinos más naturales es muy importante no dejar huella y cuidar la flora y fauna. Lleva contigo una bolsa para recoger tus residuos y evita alimentar a los animales que te encuentres, tanto domésticos (como vacas o caballos) como silvestres, porque puede alterar sus hábitos alimenticios.
Movilidad sostenible: reduce la huella de carbono
Siempre queremos viajar rápido, cómodamente y lo más barato posible. Sin embargo, no podemos obviar que el transporte es una de las mayores fuentes de emisiones de CO2. Para mitigarlo, podemos optar por el transporte público (tren o autobús) en lugar de usar coche personal o tomar aviones, especialmente para trayectos cortos.
Si aún así necesitamos volar y nos preocupa nuestro impacto, podemos compensar la huella de carbono. ¿Cómo? Algunas aerolíneas ofrecen programas para contribuir a proyectos de reforestación o energías renovables. Y una vez en destino, no tenemos excusa: podemos caminar o alquilar bicis para desplazarnos, en lugar de coger taxis o alquilar un coche.
Otra opción es elegir el cicloturismo, una experiencia en la que el medio de transporte se convierte en parte esencial de la experiencia. Esta modalidad permite recorrer y trasladarse entre destinos en bicicleta. Un ritmo más pausado que permite disfrutar del paisaje de manera inmersiva. Existen numerosos blogs, como Con Alforjas, que te ayudarán a planificar tu experiencia y descargar rutas.

Consume local: apoya a negocios artesanos y gastronomía local
Hemos visto muchas veces esas tiendas de recuerdos donde los productos son prácticamente idénticos a los de otros destinos: llaveros, imanes, posavasos y camisetas fabricados en masa a miles de kilómetros de distancia. Artículos sin personalidad que, en el mejor de los casos, terminarán olvidados en un cajón y, en el peor, en la basura.
¿Realmente es necesario llevarnos un recuerdo? Esa es la primera pregunta que deberíamos hacernos. Si decidimos hacerlo, una opción más consciente es acudir a la artesanía local, que ofrece productos más auténticos y con identidad propia. De esta manera, no solo nos llevaremos un objeto con valor y significado, sino que también contribuiremos al desarrollo de la economía local y podremos aprender sobre las tradiciones locales.
Por ejemplo, ¿sabías que el esparto fue uno de los motores económicos de pequeñas localidades costeras de Murcia, como Mazarrón o Águilas? Este material se utilizaba para fabricar todo tipo de objetos, desde cestas y alpargatas hasta cuerdas y esteras. Con el tiempo, la industrialización y la llegada de materiales sintéticos redujeron su uso, pero hoy en día algunos artesanos siguen manteniendo viva esta tradición, convirtiéndola en un atractivo turístico.
Lo mismo ocurre con la elección de restaurantes. Es fácil identificar las grandes cadenas de restauración o los locales dirigidos exclusivamente a turistas, donde la calidad suele ser baja y los precios excesivos. En su lugar, podemos buscar establecimientos más auténticos, alejados de las zonas más concurridas, que nos ofrecerán productos locales, una experiencia más auténtica ¡y seguramente más sabrosa!
Opta por alojamientos sostenibles
En el corazón de la Sierra de Grazalema, donde las nubes riegan alcornoques y encinas, se encuentra Tambor del Llano, un refugio que trasciende la mera idea de hospedaje. El turismo es aquí una forma de vida que se integra con el paisaje y la actividad diaria de los pueblos vecinos. Las personas que visitan el lugar pueden disfrutar de rutas a caballo, saborear la gastronomía ecológica o deleitarse con su cielo en las noches estrelladas. El descanso se combina con una conexión profunda con la naturaleza: actividades como la observación de aves y el astroturismo sellan un firme compromiso con la conservación del entorno.
A más de mil kilómetros al noreste, en la comarca de La Cerdanya, encontramos otra opción interesante para nuestros viajes. Basecamps redefine el concepto de hospedaje y fusiona autenticidad y sostenibilidad. Sus cabañas y tiendas están diseñadas para integrarse armoniosamente con el paisaje pirenaico. La invitación a las personas viajeras pasa por descubrir los secretos mejor guardados de la región o realizar actividades para toda la familia, como construir iglús o rutas en bicicleta eléctrica. Todo bajo una filosofía de respeto y equilibrio con el medioambiente.
A la hora de elegir un alojamiento sostenible, no basta con mirar el distintivo de una certificación ecológica. Lo que importa es el compromiso real de los establecimientos con el espacio natural que los rodea. En parques nacionales o áreas protegidas, podemos encontrar Eco-lodges, que son espacios donde la eficiencia energética, la gestión responsable del agua y el respeto por la biodiversidad local se combinan con la oferta alojativa. También están los hospedajes con certificaciones de cielos limpios o Starlight, como es el caso de Tambor del Llano, que no solo permiten contemplar la vía láctea sin interferencias de la contaminación lumínica, sino que también protegen la fauna nocturna. Algunos establecimientos adoptan la economía circular como principio, minimizando residuos a través de prácticas de reciclaje y reutilización, y contribuyendo activamente a un modelo de consumo responsable. O las opciones de turismo rural regenerativo que empiezan a cobrar fuerza, con alojamientos que no solo buscan reducir su huella, sino que invierten en la restauración de paisajes dañados, recuperando la biodiversidad y devolviendo valor a las comunidades locales. Esta nueva forma de viajar no se trata solo de reducir el impacto, sino de crear un vínculo genuino con los territorios, respetando sus ritmos y sus recursos.

Ahorra recursos: agua, energía y comida
No olvides que una vez en el establecimiento tú también debes hacer tu parte:
Modera el consumo de agua: opta por duchas cortas y reutiliza las toallas en lugar de solicitar su cambio diario.
Reduce el consumo eléctrico: apaga las luces, el aire acondicionado o la calefacción cuando no sean necesarios.
Evita el desperdicio alimentario: Cuidado con los bufés libres, sírvete solo lo que te vayas a comer. Y usa cubiertos, botellas y envases reutilizables para evitar el consume de plásticos.
¿Sabías que el turismo sostenible es parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible?
El turismo sostenible juega un papel fundamental en la Agenda 2030 y está directamente vinculado a varios de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) impulsados por la ONU.
En concreto, se menciona en tres de los 17 ODS:
ODS 8 Trabajo decente y crecimiento económico: El turismo es una fuente clave de empleo en muchas regiones del mundo. Fomentar un turismo responsable puede generar oportunidades laborales justas y mejorar la economía local sin explotar a los trabajadores ni dañar el medio ambiente.
ODS 12 Producción y consumo responsables: Impulsar modelos de turismo que minimicen el desperdicio, reduzcan la contaminación y promuevan el consumo responsable de recursos es clave para garantizar la sostenibilidad a largo plazo.
ODS 14 Vida submarina: La industria turística tiene un impacto significativo en los ecosistemas marinos. El turismo sostenible aboga por proteger la biodiversidad, evitar la contaminación de los océanos y fomentar prácticas como el ecoturismo o la pesca responsable.
¿Ya tienes ideas para tus próximas vacaciones? Cada pequeño gesto cuenta. Viajar con conciencia es una forma poderosa de cuidar del planeta y de quienes lo habitan.
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