Comienza la andadura

En 1996 Ana Escobar emprendió lo que ella llama “su viaje de vida” desde su Huelva natal a Barcelona, Tokio, Madrid y finalmente Londres, donde residió 18 años y donde obtuvo su grado y su máster en Arte-Fotografía en la Universidad de Artes de Londres (UAL, LCC), centro en el que también fue mentora y tutora. Como artista contemporánea desarrolló su trabajo y expuso en Hangzhou (China), Reino Unido y España.

Aquel viaje resultó ser de ida y vuelta y en 2020 volvió a su ciudad y ese salto Londres-Huelva que preveía complicado fue en realidad “tremendamente amable” para ella. Durante la pandemia, Ana hizo estudios superiores de Arte Cerámica en la Escuela de Arte León Ortega (Huelva) y comenzó a formarse como terapeuta Gestalt en la escuela de Gestalt Afra con la idea de integrar esa filosofía de vida en su trabajo y en su vida.

En junio de 2022 decidió dar otro salto, en este caso a la vida rural. Ahora su hogar está en Galaroza, un pueblo precioso en el Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche, donde nació TierraFuego, una fusión de sus conocimientos formales (Cerámica, Diseño de Interior, Fotografía, Terapia Gestalt, etc.) y vitales materializados en un taller que ha instalado en su propia casa.

Nace TierraFuego como espacio de bienestar personal

En palabras de Ana “TierraFuego es un espacio de cerámica consciente, de bienestar psico-emocional y de arte”. Su propósito es crear un espacio de “no juicio” y de mezcolanza, de aprendizaje y acompañamiento creativo y con conciencia en el bienestar personal. Donde se creen redes, se disfrute de la creación, se ayude a combatir las soledades no deseadas y se contribuya a la fijación de población rural.

El primer taller que se facilitó desde TierraFuego tuvo lugar en julio de 2023 y asistieron 12 personas de La Mano Verde, una asociación de la Sierra de Huelva. A partir de entonces se han sucedido otros, tanto públicos como privados en colegios locales (en torno a los ODS), con personas mayores (con la mirada puesta en las soledades no deseadas), talleres de igualdad para mujeres rurales o de cerámica para la infancia y la juventud, entre otros.  

Todos los talleres de TierraFuego tienen una visión que va mas allá de hacer una pieza cerámica. Se pone atención en los procesos individuales y grupales, a cómo se hablan entre sí las personas y a su relación con cada pieza, así como a los momentos de frustración, de miedo y de bloqueo o a los de alegría y de orgullo cuando se consiguen plasmar las ideas en barro. Ana nos asegura que “esa parte es la que más disfruto y la vivo con una gran gratitud, por la confianza que me otorgan esas personas para acompañarlas en su crecimiento personal mientras trabajamos con una materia viva y sanadora”.

Además, con la intención de crear una red de apoyo mutuo, Ana y otras cuatro mujeres artistas de la zona han creado Lah Arrojáh, unaasociación de mujeres artistas serranas desde donde dan a conocer su arte y que en su caso le sirve también para dar aún más fuerza al proyecto TierraFuego. En la última edición de ARCO, en Madrid, Ana Escobar participó con la obra cerámica 'Seis Menos', que invita a considerar temas como la despoblación rural, el cambio de paradigma social y la muerte de las artesanías.

Mucho más que una donación

Según Ana, “antes del matchfunding, TierraFuego era una idea incipiente en un espacio pequeño de mi casa, donde hacía mis piezas. Gracias al dinero recaudado pude abrir toda la planta calle y crear un espacio diáfano, con mesas de trabajo, estanterías, dos tornos y un horno, y una diseñadora creó nuestra propia identidad visual”.  

Y afirma que “más allá del dinero, me dio fuerzas para creer aún más en el proyecto, en su viabilidad y en su valor para la zona, gracias al apoyo de Holapueblo y Triodos Bank y, sobre todo, de muchas personas desconocidas que lo hicieron posible. Ese impulso anónimo me dio y me da mucha energía para continuar con mi trabajo y para hacer crecer el proyecto”.

La historia de Ana y TierraFuego. Un ejemplo para otras personas

El proyecto de Ana fue seleccionado el año pasado en la convocatoria de Matchfunding Holapueblo, cuyo objetivo era impulsar la repoblación de zonas rurales a través de proyectos de emprendimiento.

Gracias a la donación de más de 100 personas anónimas Ana pudo arrancar su negocio que, justo un año después, nos hace partícipes de los logros conseguidos y de su capacidad para generar una red que promueva el bienestar a través del arte en la Sierra de Arcacena.

Para conocer más a cerca de Ana y Tierrafuego haz clic aquí o visita su Instagram: tierrafuego_art.