Hemos hablado con una verdadera "donante en serie". Enith de Putter (49 años) tiene espasticidad de nacimiento y va en silla de ruedas. Una de sus manos ya no funciona y solo puede utilizar la otra de forma limitada. Debido a esta discapacidad, Enith no tiene un trabajo remunerado, pero realiza trabajos de voluntariado. Por ejemplo, dedica su tiempo a una organización por la movilidad para mejorar la accesibilidad del transporte público. Y en su ciudad natal de Houten (Países Bajos), trabaja para que se utilicen más productos de comercio justo. “Durante la Semana del Comercio Justo, pido a clientes/as en el supermercado que compren un producto de comercio justo para el banco de alimentos y pedimos a restaurantes que sirvan un plato sostenible o de comercio justo.”

Enith llega a fin de mes con una prestación por incapacidad laboral para personas con discapacidad desde la juventud. “Lo que dono a organizaciones benéficas depende de cuánto me sobra a final de mes, unas veces es más que otras en que haya tenido más gastos.”

Enith, ¿por qué te parece importante trabajar por conseguir un mundo mejor?

Soy creyente y creo que debemos dejar un mundo mejor del que nos encontramos. Por eso, creo que es importante trabajar contra el cambio climático y contra la pobreza. Intento vivir de forma sostenible y sin residuos. No voy de vacaciones en avión, soy vegetariana desde hace 30 años y voy en autobús de Houten a Zeist (20 km.) todas las semanas para hacer la compra en una tienda ecológica. Al fin y al cabo, con los supermercados normales no estoy segura de que no se explote a los agricultores que los abastecen.

Cada mes compruebo lo que me sobra y a qué puedo donar
Enith de Putter

A pesar de vivir de una prestación, todos los meses donas parte de tu dinero a organizaciones benéficas. ¿Cómo decides a qué vas a donar?

Una parte siempre va a la iglesia. Con el dinero que reciben, organizan actividades para la comunidad, pero también lo utilizan para ayudar a países empobrecidos o a comunidades que han sufrido un desastre natural. Además, a final de cada mes, pienso a qué quiero donar dinero en ese momento. A la hora de elegir, a veces puede influirme una campaña concreta sobre la que reciba un correo electrónico, pero con frecuencia la donación va directa a una organización. Por ejemplo, hace poco hice una donación a Bionext, una organización que trabaja en pro de la agricultura ecológica. Y también a Milieudefensie (Defensa del Medioambiente) porque tenían una acción contra la ampliación del aeropuerto de Schiphol (Amsterdam).

La alimentación y la agricultura sostenibles son uno de los temas que Enith considera importantes

¿Por qué te pareció importante esa acción? 

Creo que se vuela demasiado. En lugar de volar para asistir a una reunión, también se puede hablar con otras personas por Internet, como se ha visto en los últimos años. Y en vacaciones, no hace falta viajar lejos para pasárselo bien. Yo, por ejemplo, me quedo siempre en los Países Bajos. Paso las vacaciones de senderismo con amigos. Ya hemos hecho rutas muchas rutas de larga distancia por todo el país. No todos los tramos son accesibles en silla de ruedas, pero solemos estudiar la ruta el día anterior y, de vez en cuando, eludimos una valla o un camino de tierra y seguimos un rato por el carril bici.

¿Por qué te hiciste clienta de Triodos Bank?

Los objetivos que apoya el banco encajan de forma exacta con las causas con las que considero importante implicarme. Por eso, me hice clienta hace ya 25 años. Y llevo unos años de donaciones a la Fundación Triodos, para contribuir a luchar contra la pobreza y el cambio climático, entre otras cosas.

Ya van tres veces que dono 30 centímetros de pelo a la Fundación Haarwensen, para niños que han perdido el cabello
Enith de Putter

¿Cuál es la donación más especial que has hecho? 

Ya van tres veces que dono 30 centímetros de pelo a la Fundación Haarwensen, una organización que dona peluquines a niños que han perdido el cabello debido a una intervención médica. El pelo me crece unos 10 centímetros al año, así que para cada donación tengo que ahorrarlo tres años. Tengo el pelo muy grueso, así que quiero dejarme un poco para poder seguir recogiéndomelo en una coleta. Mi próxima donación de pelo irá a la Haarstichting, una fundación que fabrica pelucas para mujeres con cáncer de mama que no pueden permitirse una. Ya voy teniendo alguna que otra cana, pero a esta fundación no le importa mucho.

¿Qué te parece lo que hace Enith?

¿Y tú, realizas alguna donación? ¡Comparte en los comentarios para inspirar a más personas!

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Artículo original publicado en De Kleur van Geld, revista de Triodos Bank Países Bajos