Residencial Cervantes cuida en todos los sentidos, no solo a nivel físico. Ponen el foco en que los y las residentes sientan cariño.

Charlamos con Jorge Fernández, director de este centro para mayores en la provincia de Cuenca con financiación de Triodos Bank que se distingue por su forma de entender el cuidado. “Tienen derecho a vivir una vida activa y a divertirse, además de estar bien atendidos”.

Residencial Cervantes es una residencia distinta, explicáis en vuestra página web. Pero ¿qué es lo que os diferencia exactamente?

Consideramos que las personas mayores tienen que vivir una vida activa, se tienen que poder divertir y disfrutar, no solo recibir buenos cuidados. Otras residencias atienden las necesidades básicas de las personas, pero aquí creemos que todavía tienen mucho que aportar y que pueden pasarlo muy bien.

Un simple vistazo a vuestras redes sociales, con mucha actividad, muestra que los mayores se divierten… y mucho. ¿Qué tipo de actividades ofrecéis y, en especial, cuáles destacarías de este verano?

La verdad es que nos gusta que las personas residentes estén activas y que vean a sus familiares, pero con la pandemia esto ha quedado un poco más relegado. Aun así, este verano, por ejemplo, hemos organizado un festival de música llamado ‘Viñabuela Rock’. Para el festival contamos con un cantante profesional y montamos una barra de mojitos en los jardines exteriores del centro. ¡Lo pasamos de maravilla!

Antes de la pandemia hacíamos muchos vídeos, que se hacían virales con facilidad. Esta es la actividad que queremos retomar pronto. Hacíamos parodias de los anuncios de la Lotería de Navidad o de los encierros de San Fermín, por ejemplo.

En las grabaciones, los y las mayores se sentían protagonistas y felices porque sus familiares, y mucha más gente, los veían. Además, tras el estreno de estos vídeos, muchas veces venían medios de comunicación locales a hacer entrevistas, así que veían reconocido su esfuerzo y lo vivían con mucha ilusión.

Siguiendo con los vídeos, disponibles en vuestro canal de YouTube, donde contáis con cerca de 1.700 seguidores, ¿nos podrías explicar cómo surgió la idea de hacer estos montajes?

Somos un equipo joven y familiarizado con las redes sociales. Pero todo empezó por casualidad, cuando nos hicimos virales al versionar una canción de un cantante japonés que causaba furor en el momento y creamos el Choripan. La verdad es que nos quedó muy gracioso y recibimos comentarios desde muchos lugares del mundo, los medios de comunicación se hicieron eco…

Las personas residentes lo vivieron como una gran explosión de alegría y a partir de ahí empezamos a hacer otras parodias.

Recibían felicitaciones de usuarios y usuarias de redes sociales, sobre todo de jóvenes. Así nos dimos cuenta de que con estos vídeos conseguimos que los chicos y chicas se acercaran más a los y las mayores, y eso les llenaba.  Por eso también hicimos una colaboración con un instituto de la zona, con quienes versionamos la película ‘Campeones’. Para ese rodaje, y durante un día, los y las residentes fueron al instituto y asistieron a las clases como estudiantes. Se lo pasaron en grande tanto mayores como jóvenes.  

Este vídeo está alojado en Youtube

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Primer vídeo viral de Residencial Cervantes

¿Cómo viven los rodajes los y las residentes de Cervantes?

Lo principal es que se sienten importantes, protagonistas y se divierten. El hecho de ver que sus familias los ven y los comparten les hace felices. Por ejemplo, que un nieto diga qué bien lo ha hecho en tal vídeo y que se lo ha mandado a todos sus amigos y amigas es algo que les hace sentir orgullo y conexión.

Con algunos de los vídeos que realizáis habéis ganado premios Nico, un concurso nacional de vídeos de mayores que promueve Mundo Mayor. ¿Qué supone para Residencial Cervantes este reconocimiento?

Recuerdo una vez que, al ir a los premios, subió al escenario Vicenta, que reside en el centro. Dijo que las personas mayores también tienen derecho a divertirse y a pasar buenos ratos y no puedo estar más de acuerdo. Tienen derecho a hacer cosas distintas, a vivir.

Estamos en una población pequeña de Cuenca, la mayoría de los y las residentes son de la zona, principalmente personas que han trabajado en el campo. Algunas nunca habían ido a Madrid. El hecho de ir, subir a un escenario a presentar su trabajo y verlo allí es una gran aventura.

Para Residencial supone el reconocimiento a nuestra labor, a nuestra máxima de que las personas mayores también tienen que pasarlo bien y a que otra forma de hacer una residencia es posible. Además, somos una familia y, si vemos disfrutar a las personas mayores que cuidamos, nos encanta.

Al ver vuestros vídeos, se diría que al contratar personal buscáis no solo profesionalidad en el cuidado sino también un perfil creativo. ¿Vais por esa vía? ¿Qué importancia tiene que las personas mayores sientan que crean?

Las personas que trabajan aquí tienen que ser creativos, sí. No buscamos un ritmo de trabajo de “levanto, doy de comer y adiós”. Valoramos que se sienten a charlar con las personas, que les pregunten qué tal están, que los escuchen contarles de su vida. Claro que cuidamos, pero no solo atendemos necesidades físicas y fisiológicas, también la de recibir y dar cariño.

¿Qué importancia tiene para vuestra esencia estar ubicados en Villamayor de Santiago (Cuenca), una localidad de 2.500 habitantes?

Creo que lo principal es que la gente proviene de este entorno rural y que les ofrecemos esta opción diferente.

Con Villamayor también colaboramos, por ejemplo, con un festival de cortos que tiene lugar cada verano, donde también se presentan nuestros vídeos. Vienen actores y actrices y hablan con las personas residentes. Conocer a alguien que han visto en la televisión les resulta genial. Además, hacemos improvisaciones y es muy divertido.

¿Cómo descubristeis la banca ética y qué os motivó a trabajar con Triodos Bank?

Abrimos en 2008, y vino la crisis. Para 2012 estábamos en una situación crítica por el impago de las Administraciones. Nos vimos en una situación muy delicada y los “bancos tradicionales” no nos ayudaron nada. En ese momento recibimos la visita de Beatriz, directora de la oficina de Triodos Bank de Albacete. Ella nos presentó el banco y lo que hacía, y así nos decidimos a embarcarnos con Triodos. El banco vio que éramos viables y se decidió a financiarnos.  Gracias a Triodos Bank salimos adelante y seguimos con nuestra labor.

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