Daniel Azaña es el coordinador de proyectos de Llanero Solidario, entidad con financiación de Triodos Bank. Conversamos con él sobre inserción laboral, sostenibilidad y sobre otras formas de hacer economía.

Llanero Solidario es una empresa dedicada a la inserción laboral, ¿cómo fue el arranque del proyecto en lo personal? Sobre todo, ¿de dónde sacasteis el ánimo y energía para poneros en marcha?

Las tres personas que arrancamos el proyecto venimos de trabajar en la economía social desde hace muchos años. Yo, personalmente, desde 1992. Somos gente con esa sensibilidad, con necesidad de intervenir en la situación de pobreza y exclusión social que hay en nuestra provincia, Albacete. Teníamos la ilusión, las ganas y el conocimiento, así que, por qué no. ¡Y nos lanzamos!

Disponéis de varios programas de inserción en ámbitos como la logística y las ventas, la agroecología o la reutilización textil. ¿Una empresa de inserción sociolaboral puede actuar en cualquier sector? ¿Os veis como una palanca para la humanización de toda la economía?

Sí, la inserción laboral puede actuar en cualquier sector. Yo cada vez veo más posibilidades para este tipo de empresas. Damos oportunidades a personas en situación de vulnerabilidad, pero también nos parece importante impulsar actividades que ayuden en la lucha contra la crisis climática y económica. Por eso priorizamos iniciativas relacionadas con la economía circular o los ODS. Creemos que la sociedad debe reaccionar y hay que transformar la actividad económica hacia un modelo que ayude a revertir estas crisis.

Por ejemplo, en el ámbito de la agroecología, recuperamos huertos abandonados y conseguimos que la gente pueda producir alimentos sanos y de proximidad. Otro de nuestros proyectos es el de la producción y comercialización de papel con celulosa reciclada. Al usar ese papel sostenible en algo tan habitual como sonarnos la nariz damos oportunidades. Son cosas sencillas que transforman el mundo.

Por otro lado, yo creo que la economía social en su conjunto es una palanca para la humanización de la economía. Son empresas en las que el ser humano está en el centro y eso es lo más importante.

Aparte de las personas, otra de las claves de Llanero Solidario, tal como avanzabas, es el compromiso medioambiental. ¿Qué tenéis en cuenta, en cuanto a sostenibilidad, a la hora de producir y distribuir los productos de proyectos como, por ejemplo, Germina Empleo?

En una provincia como la de Albacete, con una economía primaria de tradición agrícola, se abandonan los pueblos y los campos. Pero esos campos abandonados son oportunidades para dar empleo y para producir sano y local. Por eso recuperamos los usos tradicionales de la agricultura, facilitamos canales de producción y distribución de alimentos saludables y contribuimos al arraigo de las personas en la zona.

En lo relativo a la sostenibilidad, creemos que todas las actividades deben tener por objetivo alcanzar un desarrollo sostenible o, como mínimo, no entorpecerlo. Por eso creamos espacios donde crear un itinerario de inserción en coherencia con un desarrollo sostenible a todos los niveles.

En vuestro blog también hacéis divulgación social y medioambiental. ¿Creéis que vuestra labor puede servir de ejemplo a otras empresas, sean o no oficialmente empresas de inserción?

Esa es nuestra esperanza, sí. Una de nuestras labores más importantes es visibilizar la situación de pobreza o exclusión de nuestros vecinos y vecinas. También queremos visibilizar la labor que llevan a cabo las administraciones, sin las que no podríamos hacer nuestro trabajo. Pero hay que dar a conocer el problema y las soluciones posibles que se llevan a cabo como un primer paso para solucionarlo.

Al buscar sensibilizar también decimos a las empresas “puedes crecer, pero más en coherencia con el desarrollo sostenible”.

Y respecto al desarrollo rural, ¿en qué medida Llanero Solidario contribuye a la fijación de población y al impulso económico en la provincia de Albacete?

Es difícil de medir, pero nuestro propósito es ofrecer a las personas herramientas y recursos para que se queden. Creemos que hay que intervenir en las zonas rurales. En la ciudad de Albacete hay muchas opciones, pero en las zonas rurales no. Nos desplazamos allí y trabajamos con la gente in situ. No somos la gran solución, pero ponemos nuestro granito de arena y contribuimos. Generamos expectativas económicas en las zonas rurales, no ligadas exclusivamente al turismo, sino a la actividad tradicional de estos pueblos.

Aparte de los programas de inserción, también ofrecéis acompañamiento personalizado. ¿En qué consiste ese servicio?

Es algo común a todos los proyectos. Junto con la persona en inserción diseñamos un itinerario, unos pasos a seguir acordados a tres bandas entre esa persona, Llanero Solidario y los servicios sociales. Cada itinerario es diferente porque cada persona y sus necesidades lo son también. Son unos compromisos y desde Llanero Solitario acompañamos, sin paternalismo. El futuro lo decide la persona.

¿Cuántas personas han participado, hasta la fecha, en vuestros programas de inserción? Y, de quienes participan, ¿sabéis qué proporción logra integrarse con éxito en el mercado laboral? ¿De qué forma cambia su vida entre antes y después de llegar a Llanero Solidario?

Hasta la fecha han participado unas 500 personas. Pero el grado de inserción en el mercado es difícil de conocer y depende del proyecto. Por ejemplo, con nuestro programa ‘Recalculando ruta’ sabemos que aproximadamente un 50 % de la gente encuentra trabajo, aunque eso no siempre es así.

No obstante, nos satisface mucho la labor de prospección de empresas, porque conseguimos que den una oportunidad a la gente. Son empresas locales con las que encontramos una simbiosis muy importante.

Muchas veces las personas a las que apoyamos simplemente necesitan la oportunidad de demostrarse y demostrar lo que valen.

¿Cómo descubristeis la banca ética y qué os llevó a trabajar con Triodos Bank?

Conocí a Triodos Bank en mi trabajo anterior, una cooperativa que era cliente del banco. Más tarde, al crear Llanero Solidario no tuvimos ninguna duda de escoger la banca ética porque nos encajaba en valores y creemos que el banco también se identifica con los nuestros. Creemos que hay que elegir este tipo de entidades que practican la coherencia.

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