Tras licenciarse en Ciencias Químicas, Antonio León entró a trabajar en una compañía de pinturas sintéticas de Sevilla. Con los años, comenzó a tener problemas en la piel de manera continua a causa de los químicos que utilizaban para fabricar esas pinturas, y se vio obligado a dejar el laboratorio.

Fue entonces cuando se preguntó si sería posible hacer lo mismo, “pero sin químicos tóxicos, de forma natural, responsable con el medio ambiente y bajo los principios de una economía circular. Así nació la idea de Graphenstone”, nos cuenta Antonio.

Esa idea consistía en diseñar un producto similar al sintético “de tal manera que el cliente final no encontrase diferencia en el uso, pero sí diferencia en cuestión de salud”.

Tras varios años de investigaciones, en octubre de 2013 Antonio consiguió dar con la fórmula: pintura ecológica creada a partir de la mezcla de cal y grafeno y que además absorbe CO₂.

Mi casa es un árbol

Precisamente, a partir de esta característica nació el eslogan “Mi casa es un árbol”. Y es que, según Graphenstone, una casa pintada con su producto mejora la eficiencia energética y algo más: “Tres botes de 15 litros absorben más de 10 kg de CO₂, la misma cantidad que un árbol adulto al año”. La empresa se propone, con su actual campaña, eliminar un total de 14.000 toneladas de CO₂.

El problema de las altas concentraciones de CO₂ de las pinturas tradicionales es que “contribuyen al efecto invernadero que estamos sufriendo”. Además de reducir el CO₂, las pinturas de Graphenstone aportan otras prestaciones: no se cuartean, reducen la transferencia de sonido, repelen los hongos y bacterias y purifican el aire.

Pero, ¿es adecuado el uso de grafeno para fabricar pinturas? “Nosotros usamos nanofibra de grafeno”, afirma Antonio. “En concreto grafito, que como bien sabemos todos, es la punta de los lápices, que durante tantos años hemos chupado en el cole, y que actualmente se encuentra en nuestras vidas de manera no tóxica y en contacto directo con niños”.

Graphenstone es un proyecto de I+D realizado en España y que ha conseguido convertirse un referente en el sector en el mercado internacional, vendiendo sus productos especialmente en Asia y la zona del Pacífico.

En Triodos Bank hemos concedido financiación a Graphenstone como parte de nuestro compromiso con el sector medioambiental.

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