La cercana meta de 2020, dentro de solo cinco años, es para múltiples iniciativas de investigación contra el alzhéimer la referencia temporal en la que se espera encontrar un tratamiento que le haga frente o que, al menos, retrase de forma significativa la aparición de esta enfermedad.

En los últimos años, la ciencia se está aproximando a nuevas claves que podrían ayudar a evitarla o combatirla, como los que la conectan con situaciones tratables como la falta de sueño. O gracias a avances con fármacos que pueden mejorar decisivamente la calidad de vida, uno de ellos anunciado la semana pasada desde el Hospital de Bellvitge, en Barcelona.

El alzhéimer es la forma más común de demencia, con más de 25 millones de personas afectadas en el mundo y, aunque aún no se pueda curar, su detección temprana es clave. “El Deterioro Cognitivo Leve no avanza necesariamente hacia demencia en todas las ocasiones, por eso detectarlo pronto y poner el tratamiento en ese momento disminuye la probabilidad de padecerla. En los casos en los que sí avanza, el hecho de estimular precozmente hace que se enlentezca o postergue la aparición de la demencia”, explica Beatriz González, directora técnica del Centro para la Investigación y el Tratamiento de la Enfermedad del Alzhéimer (CITEA), entidad sevillana que ha recibido financiación de Triodos Bank.

“En función del estadio de la enfermedad hay medicamentos que pueden ayudar a retrasar los síntomas. Otro aspecto importante son los talleres de estimulación, que son como un entrenamiento de las capacidades intelectuales que la persona conserva”, añade Salvador Vilar, responsable de Gaavoc, entidad social que también trabaja con banca ética, y director gerente de la Residencia Geriátrica Montsacopa, en Olot, Girona.

Qué podemos hacer para prevenir

“Tener una dieta variada y equilibrada, hacer ejercicio moderado, evitar el tabaco y el alcohol y llevar un buen control de las enfermedades crónicas (diabetes, hipertensión)” es importante, según Vilar, para disminuir la probabilidad de sufrir demencia o alzhéimer. El especialista también menciona talleres de memoria preventivos, como los que desarrolla su entidad en diversos hogares de mayores.

Mientras las esperanzas para un futuro sin alzhéimer siguen pendientes de la investigación -como la que realiza CITEA con estudios de pacientes con demencia y comparativos con personas sanas- el cuidado especializado y la dedicación familiar marcan la diferencia en la calidad de vida.

Tras 20 años tratando a personas con demencia, Vilar destaca una anécdota. “Recuerdo a un señor que siempre se quitaba los zapatos, caminaba descalzo y se doblaba los pantalones. Esto se podía interpretar como una “alteración de conducta”, pero conociendo su historia de vida sabíamos que era pescador y esta era su forma habitual de caminar. Respetándole su idiosincrasia hicimos posible que el señor se sintiese bien y cómodo”.

Entre todos: reforzar la cadena de cuidados

Personas enfermas y familias no tienen siempre recursos a su alcance cuando los necesitan. Así les ocurrió a los burgaleses José Miguel Aceña y Mª Luisa Gil, que hoy levantan una residencia de ancianos y un centro de día especializado en el tratamiento y prevención del alzhéimer en su localidad, Roa.

Aceña y Gil detectaron tras vivir una situación familiar cercana el déficit de atención en su zona y decidieron actuar, con crédito de Triodos Bank. De acuerdo con su modelo de banca con valores, la entidad se diferencia por concentrarse únicamente en la financiación de economía real y, en particular en ámbitos como el sector social, que representó el 26% de la inversión del banco en Europa en 2014.

En la tarea de apoyar a pacientes y cuidadores también es básica una diversidad de recursos adaptada a la variedad de casos y necesidades. La atención en casa, como la que presta Ayuda a Domicilio Luque en Córdoba, Sevilla y Cádiz o incluso la terapia con animales de Asociación Hydra, en Getafe -ambas, organizaciones que también trabajan con banca ética- incrementan la calidad de vida a través del cuidado experto, la compañía y el afecto. Entre todos, se hace un poquito más fácil “añadir vida a los años y no solo años a la vida“.