universidad aviles
La primera universidad popular tuvo su origen en la localidad asturiana de Avilés, en 1901 (imagen promocional de la UP Avilés)

En una época en que pocos tenían la oportunidad de estudiar, a inicios del siglo XX, nacieron las universidades populares. Estas organizaciones educativas pretendían acercar el conocimiento más allá de limitaciones como el poder adquisitivo. Hoy en día, la sociedad ha cambiado, pero su papel sigue siendo relevante para abrir la enseñanza a todos.

Agrupadas en la Federación Española de Universidades Populares, que ha contado con financiación de Triodos Bank, el modelo educativo “comenzó con la Institución Libre de Enseñanza para promover la llegada del conocimiento a las clases obreras”, como explica su coordinadora general, Montserrat Morales.

En la fundación de algunas de las universidades populares participaron intelectuales como Antonio Machado (en Segovia), Vicente Blasco Ibáñez (en Valencia) o Miguel Hernández (en Cartagena), unidos al impulso de las asociaciones estudiantiles de la época.

Las universidades populares hoy

“Tenemos una responsabilidad histórica con un modelo que hemos heredado”, afirma con convicción Morales. De hecho, tras su recuperación con la llegada de la democracia, las universidades populares han crecido de forma muy significativa.

Con un total de más de dos millones de personas participantes y presencia en 12 comunidades autónomas (Andalucía, Aragón, Asturias, Canarias, Castilla La Mancha, Castilla León, Extremadura, Galicia, La Rioja, Madrid, Murcia y Valencia), juegan un papel básico en ámbitos como la alfabetización de adultos y la formación para el empleo y a lo largo de la vida para todas las edades. En este sentido, ofrecen un programa diverso a coste reducido o gratuito, en buena parte gracias a la colaboración de los ayuntamientos. Además, las universidades han sido promotoras de la “emancipación de las personas, iniciando el trabajo en ámbitos como el de la igualdad cuando no existían consejerías”, explica también su coordinadora.

El enfoque original de las universidades populares sigue aportando valor a muchas personas. Parece, pues, todavía vigente la frase del escritor y periodista Vicente Blasco Ibáñez sobre ellas en el momento de su creación: “Son un terreno nuevo, donde todos puedan entrar, donde se presente la enseñanza con ropajes de fiesta y se sirva la ciencia como una diversión”.