¿Para qué sirve un muro? En estos tiempos en los que la respuesta sale de forma casi automática, Vertiarte y la Fundación Aprocor ofrecen una idea totalmente diferente. Para ambas entidades, una pared no separa, sino que une. Es una oportunidad para generar biodiversidad en las ciudades, purificar su aire, mejorar la salud ambiental y también psicológica de sus habitantes, crear posibilidades de inclusión para personas con alguna discapacidad y crear, en torno a ella, terapias ocupacionales. En realidad, a Vertiarte y Aprocor un muro les llevó a una alianza que ya dura años alrededor de los jardines verticales ecológicos.

Todo empezó en un aula medioambiental en Pozuelo de Alarcón, Madrid. Lo cuenta Leticia Avendaño, directora de la Fundación Aprocor, que trabaja con personas con discapacidad intelectual y funcional. “Uno de los que trabajan con nosotros en el centro de jardinería que tenemos en Las Tablas conoció a uno de los socios de Vertiarte que, al ver nuestro espacio, comprendió que en él se podía hacer algo más. Al principio pensó en formarlas en algo diferente, y surgió lo que hay ahora”.

Esta historia cruzada se ha convertido hoy en un jardín vertical, una opción formativa innovadora para personas en riesgo de exclusión laboral y una fuente económica: Vertiarte monta alguno de los módulos para sus instalaciones en clientes en este espacio.

“Hacemos partícipes a los miembros de Aprocor. Hemos montado su jardín vertical con ellos y mantenemos allí material y herramientas para que, en la medida de sus posibilidades, participen en su cuidado”, comenta por su lado Patricia Fernández, una de las fundadoras de Vertiarte. “Practicamos el voluntariado corporativo junto con ellos y con las empresas que se acerquen y, cuando surge, les llevamos con nosotros a trabajos con clientes para que participen”, añade Fernández.

Oportunidad para el desarrollo personal

En esta ecuación, todos aportan y todos reciben. “En Vertiarte obtenemos un gran componente de sostenibilidad social y personal. Y ellos nos ayudan. Tienen muchísima creatividad y son concienzudos. En estos trabajos con jardines verticales y horizontales en los que no se requieren grandes conocimientos técnicos pueden colaborar en muchas tareas. Y si les gusta, se forman y se desarrollan personalmente”, apunta Fernández.

En este caso, el hecho de que se organice en vertical lo que se diseña, se planta y se cuida, ayuda. “Hacerlo de esta manera facilita la acción de personas con discapacidades funcionales, y también permite que todos ellos se puedan acercar más a las plantas”, destaca la responsable de Aprocor. Además, destaca la singularidad de la propuesta: “Les posiciona como gente formada en algo muy innovador, lo que les aporta un rol diferenciado en la sociedad”.

Empujón a la biodiversidad en las ciudades

Si las anteriores son ventajas en relación a los usuarios de Aprocor, para la creadora de Vertiarte, estos espacios verdes sobre muros también ofrecen diferencias importantes respecto a los que se desarrollan en suelo firme. “El hecho de que sean verticales nos brinda la posibilidad de jugar más con la diversidad de las plantas, ya que nadie las pisa ni se las lleva. Esto, además, se traduce en un enriquecimiento de la fauna que habita estos jardines: favorecen la biodiversidad en las ciudades”. Y no deja fuera la cuestión práctica. “En las ciudades hay cada vez menos parques, jardines o espacios agradables, pero más paredes. Tenemos mucho soporte vertical frente al horizontal”, concluye esta arquitecta dispuesta a aprovecharlo.

Otro aspecto común une a las actividades sociales y ambientales de la Fundación Aprocor y Vertiarte es que ambas trabajan con Triodos Bank, una entidad para la que cuenta algo más que el dinero, de acuerdo a su modelo de banca con valores.

Quiénes son

La Fundación Aprocor nació en 1989, promovida por familiares de personas con discapacidad intelectual y funcional, convencidos de su potencial y capacidad para contribuir a la sociedad. Los miembros de la fundación acompañan a las personas en sus proyectos de vida plena desde las áreas de empleo, vivienda y ocio. También mantienen centros como el del barrio madrileño de Las Tablas en los que se desarrollan diferentes actividades abiertas a gente de fuera de la organización.

Por su parte, Vertiarte es una empresa especializada en la instalación de jardines verticales. Entre sus profesionales hay arquitectos, jardineros y biotecnólogos, y su objetivo no es solo montar este tipo de espacios sino investigar sobre ellos, las especies elegidas y los sustratos, entre otras cuestiones, para dotar de una nueva vida a las ciudades.

En el área de Historias de la banca transparente de la página de Triodos Bank puede conocer otras historias de iniciativas cuya actividad contribuye a mejorar la vida de las personas.