¿Se puede emprender con hijos? La respuesta es clara para los promotores de la consultoría de ingeniería SIG.

“Hemos emprendido con la principal motivación de facilitar la conciliación familiar”, nos explica Xabier Barón, uno de los tres padres de familia que impulsa como socio esta cooperativa.

La tecnología ayuda, ya que “el 90% del tiempo se trabaja colaborativamente en la nube, lo que facilita hacerlo desde casa”.

Además de una filosofía que busca un equilibrio entre trabajo y vida personal: para poder llevar a los niños al colegio, “las reuniones las ponemos en horarios normales, como las 9:30”.

Emprendiendo convicciones

El pegamento que une a Alonso y Garralda, doctores en ingeniería, y a Barón, procedente del mundo de la pedagogía y, como bromea, “el C3PO del grupo, relaciones cibernéticas-humanas”, es la forma de ser. “Nos hemos sincronizado muy bien porque tenemos más o menos las mismas sensibilidades”.

Como ingeniería especializada en control de la energía para instalaciones de renovables, SIG busca tener un impacto positivo en la sociedad en su actividad cotidiana. “Trabajamos en obtener la máxima eficacia y eficiencia en las instalaciones”, detalla Barón.

Pero, más allá de ello, los tres socios son miembros de un grupo de consumo responsable o se desplazan siempre que es posible, “y la mayor parte de veces lo es”, en transporte público y bicicleta.

También, entre otros aspectos que cuidan en su día a día, han elegido trabajar con Triodos Bank.

“La mayoría eramos ya clientes del banco, y en la misma constitución como empresa, queríamos apostar por un modelo diferente. Si la economía social de la que provenimos pone los valores y las personas a la misma altura, si no superior, que la búsqueda de beneficio, queríamos optar por un servicio financiero compatible con esta visión”.

No sin esfuerzo, conciliar sostenibilidad económica, ambiental y social, como demuestran iniciativas como SIG, es posible.