¿Existe relación entre tener más bienes materiales y ser más feliz? Posiblemente alguna vez se haya planteado esta cuestión. Incluso puede que haya escuchado a alguien decir que “con una casa, un trabajo, un coche y un teléfono móvil espléndido, ¿qué más se puede pedir?”

Un estudio reciente señala que, precisamente, el materialismo nos hace menos felices. “La relación entre el materialismo y una vida menos satisfactoria puede explicarse por el menor aprecio que los materialistas experimentan por las cosas”, recoge este estudio.Sea así o no, cada vez hay más personas que se replantean si viven con más cosas de las que realmente necesitan. ¿Le gustaría comprobar si es capaz de seguir su ejemplo?

En el blog The minimalists, dos amigos cuentan cómo decidieron dar un cambio a su vida y deshacerse de todo aquello que nos les hacía falta. El reto consiste en lo siguiente: durante un mes hay que donar o tirar todas aquellas posesiones innecesarias. El primer día, una cosa. El segundo, día, dos. Y así sucesivamente.

En esta misma línea se centra el documental finlandés Tavarataivas (My stuff), protagonizado por un joven al que su novia le deja y cae en la cuenta de que gastar mucho dinero con su tarjeta de crédito no le consuela. Por eso, decide guardar todas sus pertenencias en un almacén (ropa incluida) para ir sacando una única prenda u objeto por día y ver si, con menos, puede vivir mejor.

Esto son solo dos ejemplos que ilustran cómo, en un momento de su vida, algunas personas decidieron dar un giro, adoptando un consumo más responsable y reflexionando sobre la importancia de las personas y las cosas que nos rodean.  El psicólogo Rafael Santandreu considera que “ser fuerte y feliz no depende de tener pareja, tener trabajo, que me traten bien, sino en aprovechar sus oportunidades y valorar lo que posee”.

Quizá de eso se dieron cuenta algunas de las personas que decidieron, en un momento de su vida, desprenderse de algunas comodidades para aventurarse en proyectos con los que se sentían más identificados y que les aportaban un mayor grado de satisfacción: por ejemplo, Núria Ferrando, clienta de Triodos Bank decidió dejar la ciudad y trasladarse a un pequeño pueblo del Pirineo de Lleida, donde puso en marcha el alojamiento rural Casa Massa. Y Gustavo Díaz le dio un vuelco profesional a su vida cuando dejó aparcado su trabajo como profesor de artes plásticas para dedicarse al cultivo de huevos ecológicos en La Granja de Ana, una iniciativa que, como la anterior, ha recibido financiación de Triodos Bank.

Conectar con una economía humana

Fachada del cine Phenomena.
Fachada del cine Phenomena.

Además del plano personal, reducir el consumo material contribuye a cuidar de nuestro entorno y no tiene porque ser una renuncia. Nos puede permitir destinar recursos a consumir bienes intangibles que, en ocasiones, aportan más satisfacción y enriquecimiento personal. “Existe una magia capaz de hacernos soñar despiertos, de atravesar tiempo y espacio, de sentir emociones una y otra vez: el cine”, afirma Nacho Cerdá, quien puso en marcha Phenomena Experience para regalar a los espectadores pequeños momentos de felicidad. Este cine que proyecta en la pantalla grandes éxitos cinematográficos de los años 70, 80 y 90, como ET, el extraterrestre es un ejemplo de cómo compartir buenos momentos de otra manera. Intelectuales y personas del mundo económico como Joan Antoni Melé vinculan estos cambios en el estilo de vida al debate sobre el crecimiento y alternativas como el concepto de decrecimiento. “Lo que en realidad tiene que decrecer no es la economía, sino la continua producción y gran parte del consumo de bienes materiales”, sostiene Melé, que apunta que, en contrapartida, se debería poner más énfasis en las actividades y servicios sociales, así como en el consumo cultural. De este modo, se aunarían aspectos tan clave como el empleo y la sostenibilidad.

En particular, actividades como el cine, el teatro, la música en directo o los libros son experiencias culturales que nos ayudan a crecer como personas y aportan el 3,4% del PIB en España y dan trabajo a casi medio millón de personas.

¿Felicidad y sostenibilidad van de la mano?

Sabía qué..

El modelo de banca ética de Triodos Bank se diferencia, además de por la transparencia, por destinar el dinero de los ahorradores solo a iniciativas de 3 sectores que se centran en la sostenibilidad y el desarrollo humano: medioambiental, social y cultural.