El biólogo Luis Morales, director de relaciones institucionales de la Asociación de Empresas de la Economía Verde (ECOVE) – entidad miembro de Ecopreneur.eu, que agrupa negocios sostenibles a nivel europeo- comparte los orígenes de la iniciativa.

Es increíble cómo el azar –una simple llamada en nuestro caso– puede condicionar el devenir de los acontecimientos. Gracias a una amiga que habló de nosotros en Berlín, me llamaron de la asociación alemana de negocios verdes para proponerme formar parte de un proyecto internacional, justo cuando le dábamos vueltas a cómo sacar adelante nuestra empresa, que estaba en coma profundo. Llevábamos emprendiendo desde 2011, primero con Emprendae y luego con Incubaeco, siempre con la vocación de ser protagonistas de un proceso de cambio hacia una economía más verde y baja en carbono, compatible con los límites del planeta, y con una sociedad más empoderada y cohesionada.

Habíamos errado en nuestro modelo de negocio, pero no en el enfoque y los objetivos, pues en aquellos años logramos dar un impulso importante al colectivo de los emprendedores verdes en España.

Pero bueno, ya se sabe que esto de emprender es una carrera de fondo. Hay que ser perseverantes, aprender de los errores y corregirse a tiempo. Y eso hicimos, el pasado invierno, resurgiendo de nuestras cenizas a raíz de aquella llamada. Volvimos con fuerza, con una nueva orientación, marca, estrategia y modelo de negocio.

Nació así Greenbiz – Green Business Spain, una empresa social que, en el seno de una red de start-ups y pymes del sector ambiental, trabajaba colaborativamente para desarrollar ecosistemas de economía verde, tanto en España como internacionalmente, y aportar soluciones empresariales, económicamente viables y socialmente empoderadoras, a los principales retos ambientales que tenemos en la actualidad. En Greenbiz, estuvo el origen de la actual ECOVE, que agrupa a 30 empresas y profesionales de la economía verde en España.

El desafío es mayúsculo, pero mayor es la convicción y fuerza de nuestro equipo. Hoy formamos parte de Ecopreneur, una red europea con la que tratamos de elevar la voz en Bruselas de las pymes ambientales que están en nuestra red, influir en las políticas comunitarias, involucrar a estas pymes en proyectos conjuntos, procurarles intercambios de buenas prácticas empresariales e innovación, conectarlas y facilitarles acceso a financiación.

Entre otros, se realizado con Ecopreneur un mapeo de start-ups del sector ambiental, una guía práctica para emprendedores verdes y workshops internacionales en Madrid y Barcelona. También estamos en un proyecto de cooperación internacional con una agencia adscrita al Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, con la que estamos impulsando ecosistemas de economía verde en los países del Magreb y Oriente Próximo.

Estamos convencidos de que las empresas y las finanzas éticas podemos (y debemos) contribuir positivamente a la transformación del modelo económico, y lograr un impacto positivo en la sociedad y en el medio ambiente a través del impulso de start-ups y pymes verdes. Sabemos que juntos podemos avanzar hacia un nuevo modelo más sostenible y respetuoso con las personas y con el planeta.