Defensor incansable de la justicia en el mundo, dice que encuentra la fortaleza para seguir luchando cada mañana entre las páginas del periódico, cuando al leer las noticias se dice que esto no puede ser.

Arcadi Oliveres todavía recuerda la primera vez que una injusticia le empujó a actuar: “Lo recordaré toda mi vida. Fue en abril de 1974 contra algo que me parecía aberrante entonces: la pena de muerte. Ya entonces empecé a dar charlas y trabajar activamente para que se aboliera la pena de muerte en España”. Y, desde entonces, no ha parado de luchar por los derechos humanos en todo el mundo.

Ya no son los complejos tiempos políticos de antaño, pero no hay que perder de vista otros problemas actuales. “En primer lugar, el hambre en el mundo y la situación de los países empobrecidos: la deuda, el subdesarrollo…”. La crisis actual en el mundo desarrollado, dice, parece haber borrado de un plumazo la crisis estructural en el mundo en desarrollo.

La crisis en el mundo desarrollado parece haber borrado de un plumazo la crisis estructural en el mundo en desarrollo

“Nuestra crisis también es preocupante, pero a un nivel distinto. En Cataluña, por ejemplo, casi el 29,9 % de la población vive en condiciones de pobreza, lo cual me parece grave. Pero no olvidemos que en Cataluña la gente todavía come, mientras que en África hay muchos que no tienen ni un plato en la mesa. Esto es algo que no se puede aceptar y debería ser nuestra preocupación principal”.

Club de privilegiados

Oliveres apunta a otro tema urgente que, en su opinión, debería hacernos reaccionar de inmediato, como es el deterioro del medio ambiente: “Estamos arrasando el planeta. Tenemos que cambiar totalmente el paradigma de crecimiento actual. Ya no podemos salir de esta crisis creciendo de nuevo, porque los afortunados que vivimos en el hemisferio Norte, este grupo de 1.000 millones de personas privilegiadas que somos los ricos del planeta, ya hemos conseguido destruir muchísimas cosas y al paso que vamos dejaremos un planeta arrasado para nuestros hijos y nietos”. Pero se muestra esperanzado en que quizás la crisis actual nos haga reflexionar: “No hay mal que por bien no venga”.

¿Qué está pasando?

Y hablando de crisis -por variar- le pedimos al profesor Oliveres que nos dé su visión sobre lo que está ocurriendo, como si estuviera en una de sus clases. “Lo que ocurre es que el capitalismo está en crisis. Aunque esto no es nada nuevo, el capitalismo es un sistema cíclico que entra en crisis con frecuencia y lo hemos vivido antes. Aún tenemos muy presente la crisis del año 29 del siglo pasado, pero también la de los años 70 y más recientemente en España la del año 93. Pero, además, esta crisis está provocada fundamentalmente por la especulación, que tiene un doble ámbito: la especulación inmobiliaria y la mobiliaria”.

“En España conocemos la primera muy bien, hemos visto la enorme cantidad de pisos que se han comprado para ser vendidos más caros. Pero hay otra especulación que quizá a nivel mundial tenga unos efectos aún mayores, que es la especulación bursátil. Hoy en día los medios informáticos permiten la especulación casi al instante desde cualquier parte del mundo.

Sobre el auge de la especulación: “Hay libre circulación de capital en el mundo, nadie lo frena. Y no hay una autoridad mundial que intente imponerse frente a esta situación

Los productos financieros son cada vez más sofisticados y esto ha generado una importante especulación de tipo financiero, que en algunos casos ha acabado hundiéndolos o hundiendo los mercados. ¿Por qué? Porque hay libre circulación de capital en el mundo, nadie lo frena. Y porque no hay una autoridad mundial que intente imponerse frente a esta situación”.

Despertar

¿Y qué podemos hacer los ciudadanos mientras tanto? “Expresarnos, mostrar nuestra disconformidad. Pero antes hay que saber lo que pasa porque, por desgracia, los medios de comunicación no nos ofrecen una exposición fiel de lo que está sucediendo”. Por eso Oliveres anima a formarse una opinión no solo a través de los grandes medios, también a través de blogs y redes sociales. Y, una vez informados debidamente, empieza la segunda fase: la de la protesta. “Esto viene acompañado después por lo que podríamos llamar la propuesta, acciones concretas. Hemos tenido un buen ejemplo de esto en España con los indignados”. Oliveres ha sido una figura muy visible del 15-M. Un año después, hace una valoración positiva del movimiento como revulsivo para el despertar de la opinión pública. “Llevábamos tres años de crisis sin que nadie protestara. A raíz del 15-M la gente ha empezado a levantarse y reaccionar. Se ha hecho pedagogía política”.

Llevábamos años de crisis sin que nadie protestara. A raíz del 15M la gente ha empezado a levantarse y reaccionar. Se ha hecho pedagogía política

Se lamenta, no obstante, de que la sociedad está aletargada en su mayoría. “Están atacando piezas básicas del Estado de bienestar y no pasa nada. Cada semana hay un recorte distinto y parece que la población sigue bien y tranquila. Yo tengo la impresión de que, por un lado, se trata de población que aunque está ahora empobrecida fue en su momento más o menos rica y tiene miedo de perder una riqueza que no va a recuperar quedándose en casa. Y, en segundo lugar, porque es una población miedosa. Quien quiere conservar algo, siempre tiene miedo de que las cosas cambien. Hay que sacarse el miedo de encima y actuar”.

Por la banca ética desde el inicio

“En el año 1987 un compañero de la universidad que había vivido en Alemania nos reunió a cuatro o cinco amigos con la voluntad de ver si éramos capaces de promocionar la banca ética. Cada uno pusimos una pequeña cantidad de dinero con la ingenua intención de crear un banco ético en Cataluña. Por supuesto eso fue un fracaso absoluto porque no teníamos capacidad, dinero ni conocimientos. Pero estaba ahí la idea de banca ética, un tema en el que he estado implicado a través de la asociación FETS”.

Alternativas

“En este mundo hay riqueza, hay conocimientos técnicos y científicos para que todos pudiéramos vivir con dignidad. Si todo fuera un fatalismo -que el clima fuera completamente desfavorable, que los recursos hubieran desaparecido, que no tuviéramos ningún tipo de conocimiento médico-, entonces entendería que estuviésemos desesperados. Pero, teniéndolo todo, lo único que nos falta es repartirlo equilibradamente y que podamos vivir bien. Sin embargo, el egoísmo no nos lo permite”.

En este mundo hay riqueza, hay conocimientos técnicos y científicos para que todos pudiéramos vivir con dignidad

Hay gente que ya lo está haciendo, apunta. La crisis económica y el deterioro del planeta están haciendo que mucha gente busque alternativas y empiece a plantearse la creación de nuevos modelos económicos.“He visitado poblaciones en España donde hay gente que está construyendo sociedades alternativas, quizá con cierto retorno a la naturaleza, con unos cuidados ecológicos extraordinarios, con la autoconstrucción de viviendas, donde nadie está en paro. Esto me parece un buen modelo de regeneración del sistema a partir de mini alternativas. Junto a ello, además, hay que generar alternativas más macro. Por ejemplo, he tenido la posibilidad de asistir en distintas ocasiones al Foro Social Mundial que empezó en Porto Alegre en 2001 bajo el lema de otro mundo es posible. En estos foros se ha ido elaborando un planteamiento nuevo de cómo vamos a tener que organizar la economía en el futuro. Cada vez que asisto a este congreso, salgo reforzado porque veo que algo se está construyendo. Que por lo menos las guías de cómo hemos de construir el modelo económico están escritas, pero lo que falta es lo más importante y quizá lo más difícil: tener el impulso político para cambiar las cosas”.

Más sobre Arcadi Olveres

Nacido en Barcelona en 1945, es un economista catalán, profesor titular del departamento de Economía Aplicada de la Universidad Autónoma de Barcelona. Participa en diversos movimientos sociales y cristianos y desarrolla una importante actividad pública como conferenciante. colabora en publicaciones solidarias y ha escrito varios libros, el último de ellos publicado en 2012 bajo el título Diguem prou!, (¡digamos basta!).Presidente de Justícia i Pau desde 2011, ha recibido varios reconocimientos por su labor de denuncia. Actualmente está en marcha un proyecto documental sobre su figura y mensajes: www.documentalarcadioliveres.org


Fotos: ANDRÉS SUNYER