Dicen que hasta Cleopatra utilizaba aloe vera en sus célebres baños. Y, en todo caso, abundan las pruebas de cómo desde la Antigüedad egipcios y griegos apreciaban el valor de esta planta, que se extendió por todo el Mediterráneo.

Sin embargo, hay un lugar que destaca en esta historia: Canarias, el mayor productor de Europa y desde donde el propio Colón la habría acercado también a América. “No hay huerta o jardín en Fuerteventura o Lanzarote sin al menos una planta de la conocida como sábila, que tradicionalmente formó parte de la botica popular”, explica el naturalista César Javier Palacios.

Aloe vera barbadensis de Canarias

En las islas existen incluso 6 museos dedicados al aloe vera y sus propiedades. “El clima favorece que el aloe del archipiélago produzca una gelatina natural que no necesita ser tratada. No se cambia la temperatura del producto obtenido, ni su presión, ni se estabiliza”, destaca Turismo de Gran Canaria sobre la especial adaptación de la planta al entorno de las islas.

Al valor del aloe para la salud, por ejemplo como producto natural para la recuperación de la piel después del sol, se suman muchos más. Es también una oportunidad económica para el archipiélago, donde estiman que podría llegar a generar hasta 7.000 empleos directos e indirectos. Además, es una ocasión para promover una economía en equilibrio con el entorno, a través de su producción ecológica.

Aloe vera ecológico

La atracción por el aloe vera canario y su calidad ha generado que, en los últimos años, los consumidores deban fijarse bien en las etiquetas. Abundan en el mercado falsificaciones procedentes de otros países, que utilizan señuelos como incluir la palabra “Canarias” en su marca, pese a señalar también de forma menos visible en su empaquetado su producción ajena a las islas.

Uno de los productores que sí ofrecen garantía de origen y que, además, produce aloe vera con certificación ecológica es Aloe Vera Internacional, bajo la marca CanaryAloe. Esta iniciativa con financiación de Triodos Bank tiene “plantas con más de 27 años de antigüedad, que son la joya de la corona, ya que la madurez afecta positivamente a la calidad y consecuentemente a los beneficios del aloe vera”, explican los productores.

BANCA ÉTICA Y PRODUCCIÓN ECOLÓGICA

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“Todos nuestros cultivos son ecológicos, no utilizamos ni plaguicidas ni abonos químicos, solamente compost producido en nuestra actividad”, remarcan. Asimismo, la empresa se propone optimizar el uso del agua, recurso escaso en las islas, reutilizando para regar la empleada para el lavado de las hojas de aloe.

Por otro lado, trabaja “con la filosofía de proximidad o km 0”, al tener las plantaciones junto a la fábrica, lo que reduce la huella de carbono en la producción.

Acercando a locales y turistas a la tierra

Más de 100.000 personas visitan anualmente las instalaciones de Aloe Vera Internacional en Tiscamanita, en el centro de Fuerteventura.

En Aloe Vera Internacional procesan la planta en frío, para “preservar sus vitaminas, aminoácidos y polisacáridos”.

Con ello, viajeros y locales se acercan a la cultura del aloe vera y enriquecen su conocimiento o estancia en Canarias, empapándose de su patrimonio más auténtico.

Junto a las instalaciones, para ir más allá y seguir poniendo esta riqueza en valor, se prevé incluso un futuro proyecto etnológico dedicado a la agricultura tradicional de Fuerteventura.

Sabía que…

Triodos Bank financia 33.000 hectáreas de superficie agrícola ecológica en toda Europa.

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