En estos meses inusuales, ¿ha cambiado la filosofía de financiación de Triodos Bank?

Nuestra filosofía se ha mantenido, porque forma parte de nuestra esencia y está alineada con las necesidades de la sociedad. Existimos como banco para mejorar la vida de las personas.

En este tiempo sí ha sido muy necesario trabajar de una forma muy decidida y rápida al servicio de la prestación de financiación, dadas las circunstancias. Además, estamos habituados al cara a cara con el cliente y entre compañeros y compañeras. De repente, la mayor parte del trabajo tuvo que pasar a ser a distancia. Pero nos hemos adaptado de forma muy ágil para incorporar nuevas formas de colaborar también en aquellos equipos que no siempre son visibles para nuestros clientes.

Nuestro foco en financiación es el de siempre. Como banca ética trabajamos por una sociedad más inclusiva, a través de préstamos a proyectos de sectores con impacto positivo. Al sector social, al cultural, y al del medioambiente, que cuentan con algunos subsectores especialmente afectados por la pandemia.

Incluso en algunos ámbitos menos perjudicados o hasta favorecidos, como la agricultura y la alimentación ecológicas, la transformación vivida ha generado necesidades extraordinarias en aspectos como la logística.

¿Se podría decir que, sobre todo, hemos ayudado a ganar tiempo a iniciativas socialmente valiosas para preservarlas?

En realidad, continuamos aún en esa fase de ofrecer respaldo a iniciativas valiosas y viables para que puedan aguantar este momento complejo. Por supuesto, los proyectos también buscan reinventarse más allá de lo inmediato, pero el trabajo inicial ha sido dar respuesta al presente. Hemos reaccionado deprisa sobre todo para ayudar a pequeñas y medianas empresas que lo necesitaban.

Por otro lado, como banca ética, nuestra financiación se destina solo a economía real sostenible y, en ella, encontramos a empresas y emprendedores que, aunque no lo están pasando bien, están acostumbrados a reinventarse. Para la mayoría de estas iniciativas, innovar para ser más sostenibles o adecuarse mejor a las necesidades sociales forma parte de su propósito.

Por supuesto, por nuestra parte, también trabajamos para ofrecer soluciones de más largo plazo. Además, muchas organizaciones se encuentran en una situación de solidez o de una afectación menor por la pandemia y no necesitan más financiación.

¿Cómo valoras el papel de Triodos Bank en la distribución de los créditos ICO?

Hasta ahora, hemos otorgado 67,2 millones a pymes y 22,8 a empresas de mayor tamaño, sin contar el apoyo adicional al sector de la cultura a través de nuestra colaboración con la entidad Crea SGR, como banco prioritario.

Ya habíamos trabajado antes con el ICO, pero en esta ocasión lo hemos hecho con volúmenes mucho mayores y tiempos más cortos, para dar la respuesta adecuada a la situación. La demanda más importante fue al principio, en abril, y en los siguientes meses se ha estabilizado.

En aquellos primeros momentos, desde Triodos Bank ofrecimos financiación muy rápida sobre todo a proyectos del ámbito sanitario (20 % de los ICO otorgados) y, de forma progresiva, también a iniciativas sociales (15 %) que amortiguan los efectos de la situación en las personas.

Por otro lado, en la línea de ir más allá del corto plazo, ahora ya trabajamos también en la gestión del programa más reciente de ICO, la Línea ICO Avales Inversión COVID-19, para nuevas necesidades de inversión.

El papel de la banca es esencial hoy, cuando la crisis sanitaria se ha convertido en una crisis económica con gran impacto social. Hay una tendencia a comparar esta crisis con la anterior, donde el sector bancario no estuvo a la altura, pero creo que esta vez la banca en general ha reaccionado más rápido y mejor.

Durante el estado de alarma, muchos compañeros y compañeras de Triodos Bank sentimos que es un motivo de orgullo contribuir a combatir la situación. A nivel personal, como para todos, fue difícil vivir el momento, pero poder hacer algo por nuestros clientes nos reconfortaba.

Creo que las personas que trabajamos en banca ética siempre tenemos el sentimiento de que el esfuerzo que hacemos tiene sentido y una repercusión positiva. Más aún en un tiempo como este.

Muchos compañeros y compañeras decían lo difícil que les resultaba el momento del confinamiento, pero que hacer algo por nuestros clientes les ayudaba superarlo
María de Pablo

Más allá del apoyo que has detallado a los ámbitos sanitario y social, ¿qué otras actividades destacarías dentro de aquellas con las que hemos trabajado más intensamente en los últimos meses?

Las iniciativas de atención a las personas mayores también han estado entre las que necesitaron financiación con mayor rapidez y hemos trabajado mucho con el subsector de Educación, dentro de Cultura.

Posteriormente, hemos atendido necesidades en el subsector de Alimentación ecológica y en los de las Tecnologías medioambientales y la Construcción sostenible.

Al final, todo bastante equilibrado en cuanto a ámbitos de actividad, aunque los tiempos hayan sido distintos, con más presencia del sector social en las primeras semanas y del cultural y ambiental a continuación.

¿Cómo valoras el apoyo prestado a la cultura?

Tras la irrupción de la pandemia, hemos sido uno de los primeros bancos en trabajar y gestionar volúmenes relevantes con la sociedad Crea SGR para prestar apoyo a múltiples proyectos de pequeño tamaño en el sector de la cultura.

A ello ha contribuido que ya teníamos una relación fluida con esta organización, de acuerdo con el peso que tiene el sector cultural en el conjunto de nuestra actividad, con el 13 % de la cartera de crédito en 2019.

Por otro lado, aunque conocemos el valor social de la cultura y otros ámbitos en dificultades, ¿hasta qué punto es un riesgo para el banco financiarlos en este momento?

Dentro del sector cultural hay áreas más afectadas que otras. Una parte de nuestra financiación va destinada a producción audiovisual y, en general, nuestros clientes en ese ámbito no se han visto muy afectados, aunque se haya tenido que interrumpir momentáneamente alguna producción y luego se haya retomado. También hay que pensar que, aunque haya habido problemas en exhibición, muchas iniciativas se han esforzado en trabajar más con plataformas digitales, y esa demanda en particular ha aumentado.

Por otro lado, otras actividades de ámbitos distintos, como el sociosanitario, sufren de forma especialmente dura esta crisis pero, como sociedad, ha crecido la consciencia de que las necesitamos. Tenemos que estar ahí. Necesitamos que puedan atender las necesidades reales que tienen y estoy convencida de que tanto nosotros como otras organizaciones y las instituciones también lo entendemos así en este momento, porque los más vulnerables son los más afectados por la pandemia y sus consecuencias.

¿Qué otros cambios sociales relevantes has detectado?

En el ámbito del medioambiente, de todo aquello que procede de la naturaleza, se ha demostrado que toda la sociedad tiene que plantearse más qué y quién está detrás de la producción de alimentos en general.

La situación vivida ha ayudado a que cada vez más personas reflexionen sobre esto y sobre lo que es esencial para nuestras vidas. Nos replanteamos también cómo vivimos, cómo son nuestras casas y nos cuestionamos la construcción masiva de inmuebles sin acceso al exterior y sin relación suficiente con la naturaleza. Muchos de nuestros clientes trabajan para revertir esto, por el tipo de construcción que llevan a cabo, más integrada con el medio y sensible con las relaciones humanas. Este es uno de los ámbitos donde incluso se puede incrementar la demanda de vivir en las ciudades de una forma diferente.

Por otro lado, está el sector de las renovables, donde también estamos muy presentes, y mucho menos afectado por la crisis. Ha tenido que aplazar alguna obra, pero no desarrollos significativos.

Como sociedad ha crecido nuestra consciencia de que necesitamos al sector social
María de Pablo

Dada la situación actual, ¿existe demanda de financiación para nuevos proyectos de emprendimiento y no solo para liquidez?

Sí, contamos con clientes que invierten en nuevas instalaciones y para fortalecerse. Hay demanda para reorientar y crear nuevas líneas de negocio y, poco a poco, llegan también nuevos clientes en esta dirección.

Para terminar, en materia de financiación, ¿qué propósito principal tiene Triodos Bank para contribuir a un 2021 mejor?

En 2020 hemos incrementado nuestro volumen de financiación. A cierre del primer semestre, un 9,2 % en España y un 4,6 % como grupo. Es decir, nuestra contribución es relevante en la situación actual y hemos obtenido unos resultados positivos como banco dentro del contexto.

Creo que eso es una señal de que nuestro trabajo, en un momento de crisis sistémica, se fundamenta en la economía real y en los sectores que son esenciales. Tenemos que continuar así porque además influimos en que otras entidades incrementen su trabajo con sectores sostenibles… aunque siempre se me hace extraño el hecho de que, al mismo tiempo, sigan financiando a los que no lo son.

Triodos Bank debe dar el siguiente paso, ir por delante una vez más en cuanto a apoyo a innovación con impacto positivo.

Por otro lado, ya nos hemos acostumbrado al trabajo a distancia, pero queremos incrementar la calidad de nuestro servicio digital para respaldar a más iniciativas positivas que lo merecen y tener la mayor capacidad posible de preservar la actividad en momentos como los que ya hemos vivido. En 2021, en lo que puede ser aun un año complicado, estaremos aún más cerca de nuestros clientes para escuchar lo que necesitan y, así, esperamos que pronto podamos superar entre todos y todas esta situación.